Riqueza monumental de Castilla y León

Cerca de 300 castillos se reparten por la geografía de Castilla y León, 16 de ellos son considerados de gran importancia por su antigüedad.

Castillo de los Templarios

Si consideramos que el mismo nombre de «Castilla» procede de las numerosas torres, castros y pequeñas fortalezas que se construyeron en los primeros siglos de la Reconquista, no es de extrañar que su territorio conserve un amplio número de ellos, la mayoría pertenecientes al siglo XV, cuando la nobleza castellana mandó levantar o rehacer infinidad de castillos-palacio de gallarda estampa para afirmar su poder sobre la sociedad medieval.

Ejemplos de esa riqueza y densidad patrimonial que conserva Castilla y León los encontramos en la provincia de Ávila, donde la mayoría de edificios se localizan en la mitad meridional de la provincia, coincidiendo con las áreas montañosas o las estribaciones de la Sierra de Gredos. Destacamos el de VILLAVICIOSA (Solosancho), una fortaleza residencial de caprichosa arquitectura, actualmente transformada en el hostal–restaurante “Sancho de Estrada”. Está ubicado en el centro del pueblo y conserva la llamada Torre de las Damas, con curioso ventanal y escudo que representa un león rampante sobre un águila.

VILLAVICIOSA solosancho

En León la distribución de los castillos es bastante irregular, encontrándose los más importantes y mejor conservados casi exclusivamente en el sur y suroeste de la provincia. Misterio, unido a un ideal de esoterismo, es lo que encontramos en el CASTILLO DE LOS TEMPLARIOS de Ponferrada, una perfecta mole de majestuoso porte que evidencia su pasado medieval. En la actualidad tiene un uso cultural y recreativo gracias a las zonas que se han rehabilitado y a otras que están en proceso de restauración.

También en León, concretamente en Valencia de D. Juan, merece una visita el CASTILLO DE COYANZA. De porte altanero y edificado en lo alto de un farallón sobre el río Esla, el castillo aparece flanqueado por torreones que parecen torres y ocultan la torre del homenaje, adornada en sus esquinas y frentes por torrecillas circulares.

Ya en Palencia, el CASTILLO DE AMPUDIA, declarado Monumento Nacional en 1931, siempre ha estado ligado a diversas familias nobles. Uno de sus propietarios fue el Conde de Salvatierra, D. Pedro de Ayala, participante en la causa comunera y en la Batalla de Ampudia. En el siglo XVII perteneció a Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma y favorito del rey Felipe III, convirtiéndose en sede ocasional de la corte. Actualmente es el castillo mejor conservado de la provincia y alberga una colección de objetos artísticos y antigüedades.

CASTILLO DE AMPUDIA

Como fortaleza situada en la frontera entre los antiguos reinos de Castilla y de León, el castillo de BELMONTE DE CAMPOS, también en Palencia, es uno de los eslabones de la larga cadena de castillos de que dispuso la organización militar de la reconquista castellana. En los subterráneos del mismo estaban las prisiones, construidas con gruesas piedras de sillería, y sobre éstas se levantaban dos recintos, cada uno de los cuales tenía tres pisos superpuestos. Hoy todo está en ruinas a excepción de su preciosa torre del homenaje, de veinte metros de altura.

castillo de BELMONTE DE CAMPOS

En Villanueva de Cañedo (Salamanca), don Alonso de Fonseca, Obispo de Ávila, mandó edificar el castillo–palacio DEL BUEN AMOR como residencia campestre. Hoy alberga una posada con un interior organizado a través de estancias de dos pisos apoyados sobre columnas y arcos rebajados góticos y renacentistas.

castillo palacio DEL BUEN AMOR

Ya en tierras de Segovia, una rápida mirada nos basta para darnos cuenta de por qué la provincia es mundialmente conocida por su riqueza monumental: villas medievales, iglesias, fastuosos palacios borbónicos, casas blasonadas…Sus castillos revelan mucho de la historia de la Reconquista. El  Castillo de COCA, propiedad de la Casa Ducal de Alba, es la máxima expresión de la arquitectura militar en ladrillo con filigranas de arte mudéjar. Se emplaza junto a los escarpes del Voltoya y está rodeado por un profundo foso construido en tiempos para evitar asaltos. Sobre este lugar se cuenta que era de «una suntuosidad verdaderamente regia, construido por una doble galería de columnas de mármol de orden corintio y compuesto, con los pisos y paredes cubiertos de azulejos que le daban un aspecto encantador”.

castillo coca

Soria es otra de las provincias castellanas que esconde innumerables sorpresas monumentales. Sobre el río Escalote, el CASTILLO DE BERLANGA DE DUERO fue ejemplo de disputas entre cristianos una vez finalizado el peligro musulmán. No se dedica a ningún uso concreto, pero se puede visitar libremente.
Aunque haya zonas con mayor número de fortalezas medievales, la calidad y el estado de conservación de los castillos vallisoletanos supera al resto. La razón de su espectacularidad y buen estado es que se trata de castillos-palacios señoriales de la gran nobleza castellana del siglo XV, construidos o reformados para vivienda, protección y, por qué no decirlo, para ostentación y símbolo de poder de sus nobles propietarios.

CASTILLO DE BERLANGA DE DUERO

El Castillo de de PEÑAFIEL se ha convertido en seña de identidad y es uno de los ejemplos más perfectos de los llamados castillos roqueros españoles. Su peculiaridad consiste en la adaptación al estrecho y largo cerro sobre el que se asienta. Declarado Monumento Nacional en 1917, en la actualidad alberga el Museo Provincial del Vino, único en su género en la Comunidad y perfecto ejemplo arquitectónico de restauración y adaptación del espacio expositivo.

Castillo de PEnAFIEL

En Zamora, los castillos están tan distribuidos por sus tierras que para visitarlos hay recorrer toda la provincia, lo que sin duda se convierte en una buena excusa para perdernos por sus tierras y descubrir su patrimonio visigodo, románico, gótico y mudéjar. El Castillo de VILLALONSO, junto con el de Puebla de Sanabria, es el mejor conservado. Es un típico ejemplar del s. XV y jugó un papel importante durante el asedio de la reina Isabel La Católica a Toro en su lucha contra Juana «La Beltraneja» y en el levantamiento comunero contra Carlos V. Del exterior apenas quedan restos, pero el interior está muy bien conservado.

Castillo de VILLALONSO

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